Día de la Madre ¿Cómo hablar de sexualidad con los hijos?

¿Cuáles son los aspectos que constituyen la sexualidad?

- La anatomía y salud reproductiva: es decir, el sexo biológico, la pubertad, la menstruación, los anticonceptivos, el sexo seguro, las infecciones de transmisión sexual (ITS), el VIH, el embarazo, el parto, la higiene y la salud en general.
- La identidad de género y el rol de género: cómo nos vemos como hombre o mujer, y cómo nos han enseñado que debemos comportarnos.
- Los sentimientos: comportamientos, expectativas, satisfacción y abuso que percibimos o sentimos.
- Las relaciones afectivas: cómo expresamos amor y afecto a amigos, familiares y parejas románticas.
- La imagen corporal: cómo nos sentimos respecto a nuestros cuerpos, cómo lo tratamos, y qué tan atractivos nos sentimos. 
- La atracción y orientación sexual: la atracción física y emocional hacia un hombre, una mujer o ambos.
- El deseo sexual y el placer: aceptar y disfrutar nuestros propios cuerpos, y aceptar y disfrutar los cuerpos de nuestras(s) pareja(s) sexual(es).
- La actividad sexual: los actos de intimidad, cómo el abrazarse, besarse, tocarse y tener relaciones sexuales.

En la actualidad, algunos temas básicos relacionados con la conducta sexual se suelen enseñar a los adolescentes en la escuela, pero este es un tema muy amplio, lo que significa que en muchas otras áreas, no tendrán la comprensión y la información suficiente para tomar de decisiones en relación al sexo. Es aquí, como padres, la responsabilidad de enseñar y hablar sobre educación sexual con los hijos para fortalecer y complementar sus conocimientos sobre el aprendizaje que obtienen fuera de casa.

Entonces, ¿Cuándo es el momento adecuado para comenzar a hablar sobre sexo con mi hijo(a)? Tal vez hayas comenzado a hablar con tu hijo(a) sobre ciertos aspectos básicos del sexo. Por ejemplo, en la niñez, explicando conceptos básicos sobre las diferencias físicas entre niños y niñas.

A medida que tu hijo(a) crezca, continuarás enseñándole a través de tu propio ejemplo y de comunicación verbal y física. Otro ejemplo, si tu hijo(a) se sienta en el inodoro y comienza a jugar con sus genitales, nuestra reacción como padres tendrá un mensaje negativo o positivo, si te percibe enojado o te alteras, el niño o niña creerá que los genitales son partes malas o sucias de su cuerpo.

El sexo es un tema cotidiano en las noticias, el entretenimiento y la publicidad. A menudo es difícil evitar este tema, por lo que está en todas partes. Este es un proceso que dura toda la vida y, después de considerar todo lo que constituye la sexualidad, hablar de sexo no debe limitarse a un solo evento.

Consejos para hablar de sexualidad con tu hijo(a)

- Aprovecha el momento: haz uso las oportunidades cotidianas para hablar sobre sexo y otros temas difíciles de una manera más natural. Por ejemplo, cuando en un programa de televisión o en un video musical aparece una escena que describe el comportamiento sexual, úsala para iniciar una conversación con tu hijo(a) y pregúntale qué piensa de lo que acaba de ver.

- Contesta honestamente: esto te da la oportunidad de expresar tus valores y opiniones, o de sentir incomodidad con base en lo que tu hijo(a) te está diciendo. Si no sabes cómo responder a su pregunta, sé sincero(a), no lo engañes y ofrécele averiguar la respuesta o búsquenla juntos.

- Utiliza los términos correctos: muchos padres tienden a usar sinónimos en palabras que creen que no son adecuadas para hablar con sus hijos. Esto, por ejemplo, sucede a menudo al nombrar los genitales, pero, los genitales son simplemente otras partes del cuerpo, como el "estómago" o el "pecho". Enseñarle a los niños el nombre genital correcto ayuda a mantener una actitud positiva y saludable hacia su cuerpo, así como un lenguaje para expresarse claramente, esto es importante en situaciones de abuso sexual o problemas médicos.

- Exprésate claramente: transmite correctamente la información y tus opiniones sobre un tema en particular: cómo protegerse de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados, qué métodos anticonceptivos se pueden utilizar, y explica los riesgos y las consecuencias de no establecer relaciones sexuales responsables. Cuanta más información tienen los niños, más opciones tienen para cuidarse.

- Escucha a tu hijo(a): comprende el estrés, los desafíos y las preocupaciones de los tu hijo o hija adolescente, y trata de entender sus problemas y experiencias a través de sus ojos, su edad y su etapa de desarrollo. Crea un ambiente cómodo sin presionar demasiado, habla sobre temas que le interesan y relaciona ese tema con el sexo. Lo más importante es que tu hijo sienta que puede hablarte abiertamente sobre sus miedos, dudas o sentimientos.

- Mantén una comunicación constante: ten presente las etapas y cambios en el cuerpo de tu hijo(a), hazle saber que el proceso es normal y saludable, y que todos se desarrollan a su propio ritmo. Asegúrate también de brindarle información sobre los cambios constantes que está viviendo y qué esperar en cada etapa. Es importante que además entiendan el desarrollo de sus propios cuerpos y del desarrollo del otro sexo.

¿Por dónde empezar a hablar de sexualidad con tu hijo(a) adolescente?

Recuerda, si le brindas a tu hijo(a) información sobre el comportamiento sexual y cómo responder cuando sea sexualmente maduro, lo ayudarás a tomar mejores decisiones en el futuro. Por eso, es importante incluir temas más profundos y difíciles en la adolescencia, como la abstinencia, la violación, la homosexualidad, las enfermedades de transmisión sexual, etc.

Estos son temas en los que debes estar preparado emocional y mentalmente, a veces será necesario encontrar el momento adecuado para hablarlos, o en otros casos, a medida que tu hijo(a) crece, puede encontrarse con situaciones específicas y hacer preguntas. Tal vez te sorprendan un poco, pero muéstrate accesible a sus preguntas, responde con naturalidad y mantén una comunicación abierta para crear un vínculo de confianza y dejar que tu hijo(a) te cuente la situación. Por lo tanto, prepárate para abordar algunos de los siguientes temas:

- La autoexploración: Esto es normal a medida que los niños(as) se convierten en adolescentes (de 11 a 13 años). La masturbación y la fase de autoexploración no debe interpretarse como que los hijos ya sienten deseo sexual, sino que se debe al hecho de que están reconociendo y explorando sus cuerpos como consecuencia a los nuevos cambios físicos y mentales que están experimentando. También es importante que resuelvas las preguntas que le genera la pubertad a tu hijo(a), ejemplos: ¿Por qué todavía no tengo vello púbico?, ¿Por qué tengo los senos tan pequeños o tan grandes?, ¿Qué es la menstruación?, ¿Por qué no me ha venido todavía la menstruación?, ¿Por qué tengo el pene tan pequeño o tan grande?, entre otras.

- La primera relación sexual: En la mitad de la pubertad (14-17 años), los jóvenes están casi completamente desarrollados, sus órganos sexuales están listos para reproducirse y su deseo sexual aumenta. En esta etapa, los jóvenes a menudo se sienten presionados a tener sexo porque quieren conservar a su pareja, porque quieren verse más maduros(as) o siente que así van a ser aceptados(as) entre sus amigos, pero no importa cuál sea el caso, pregúntale a tu hijo(a) cuál es su opinión sobre esto, y comenten sus valores, expectativas y cómo mantener relaciones sanas y respetuosas.

- Enfermedades de transmisión sexual o embarazos NO deseados: Asimismo, es importante comprender y aceptar que muchos jóvenes pueden optar por tener relaciones sexuales durante la adolescencia. Por eso, es necesario hablar de métodos para practicar el sexo seguro, como el condón, que protege de las infecciones de transmisión sexual, y de métodos anticonceptivos, como píldoras, dispositivos intrauterinos, inyecciones y anticonceptivos de emergencia para evitar embarazos no deseados. Además, también infórmalos de dónde pueden obtener los métodos anticonceptivos y servicios de salud sexual y reproductiva, enseñarles sobre las responsabilidades y cómo hablar con sus parejas sobre la seguridad y las ventajas del uso y la protección.

- La homosexualidad: En algún momento de la adolescencia, es posible que tu hijo(a) sienta dudas y se pregunté si es homosexual o bisexual. Como padres, necesitan tener más sensibilidad y tacto a la hora de conversar, porque en la mayoría de los casos, se vuelve un poco difícil abordar este tema en particular, pero debes de mantener una postura neutral y ayudar a tu hijo(a) a comprender que esta puede ser una etapa en la que está explorando la atracción sexual, y estos sentimientos pueden cambiar o no con el tiempo. Las respuestas negativas a las preguntas de tu hijo(a) adolescente o la afirmación de que es homosexual pueden tener consecuencias negativas. Los jóvenes de la comunidad LGTBIQ (lesbiana, gay, bisexuales, transgénico, intersexual y querer) que no tienen el apoyo de sus familias corren un mayor riesgo de aislamiento social, así como de contraer infecciones de transmisión sexual, abuso de sustancias, depresión e intentos de suicidio. Este apoyo familiar puede ayudar a prevenir estos riesgos.

Esperamos haber ayudado a dar el paso y a comenzar esa charla que estás posponiendo o no sabías como abordarla. Recuerda, hablar sobre sexo con tus hijos(as) es una oportunidad para compartir diferentes puntos de vistas y valores con ellos, cuanta más información tengan más preparados estarán para desarrollarse como personas seguras de sí mismas, así como ayudarlos a crecer sexualmente saludables.